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ENRIQUE JARDIEL PONCELA
Escritor en todos los géneros literarios existentes y guionista de cine, en las “8.986 palabras a manera de prólogo” de Amor se escribe sin hache, dijo Enrique Jardiel Poncela fue un destacado periodista, guionista cinematográfico, novelista y autor teatral. Nació en Madrid, en 1901 y falleció en 1952.
Es el auténtico renovador del teatro de humor: un revolucionario de la escena. Su ansia de invención le llevó a la utilización de nuevos recursos, jugando en la construcción de sus obras con el elemento-sorpresa de manera magistral. Lo que más destaca en todas sus comedias es la dificultad. Mejor dicho, la acumulación de dificultades. Jardiel huyó siempre de la facilidad y, por ello, en el desarrollo de sus tramas, se suceden las situaciones imprevistas, los efectos emocionales y sorprendentes, los personajes misteriosos… El autor sabía convertirse en una especie de prestidigitador de la escena, ofreciendo, en todo momento, lo más inesperado.
Escribe sus primeras obras en colaboración con Adame Martínez y Ernesto Polo. Son, en su mayoría, comedias musicales. En 1927 da a conocer Una noche de primavera sin sueño, en la que trata del amor reconquistado. Siguen a esta pieza las siguientes: El cadáver del señor García, Margarita, Armando y su padre, Usted tiene ojos de mujer fatal, Angelina o el honor de un brigadier, Un adulterio decente y Las cinco advertencias de Satanás. En todas ellas el amor juega importante papel. Produce también una serie de sátiras: Carlo Monte en Montecarlo (sobre el juego), El amor sólo dura 2.000 metros (sobre el cine), Cuatro corazones con freno y marcha atrás (sobre la inmortalidad), Madre, el drama padre, A las seis en la esquina del bulevar, El sexo débil ha hecho gimnasia y Como mejor están las rubias es con patatas y otras.
Cultivó también el género enigmático —un anticipo del «suspense» cómico— y en esta línea del misterio alcanzó grandes éxitos (Eloísa está debajo de un almendro, Los ladrones somos gente honrada, Los habitantes de la casa deshabitada, Las siete vidas del gato, El pañuelo de la dama errante y Los tigres escondidos en la alcoba). Las restantes comedias suyas son: Un marido de ida y vuelta, Es peligroso asomarse al exterior, Blanca por fuera y Rosa por dentro, Tú y yo somos tres, El amor del perro y el gato, y Agua, aceite y gasolina.
Sus novelas son de características muy similares a las obras teatrales. En casi todas pone de manifiesto su gran inventiva, su afán por complicar las tramas o argumentos y su
habilidad para sorprender al lector. Entre las principales pueden citarse: La tournée de Dios, ¡Espérame en Siberia, vida mía!, Pero… ¿hubo alguna vez once mil vírgenes? y Amor se escribe sin hache.
Además de esta producción, tiene en su haber más de 1000 escritos cortos, innumerables poemas y varios ensayos serios sobre dramaturgia.