¡Tu carrito está actualmente vacío!
Poesía en primavera
¡La primavera ya está aquí! Creo que es mi estación favorita del año. Los días se alargan, las calles huelen a flores, los pájaros empiezan sus cantos y te puedes empezar a tumbar al sol para disfrutar de una buena lectura sin que sus rayos te achicharren.
Y de las lecturas en primavera os vengo a hablar esta semana. ¿Cuál es la vuestra? Hemos preguntados a varias (muchas) personas y la mayoría de ellas coincidieron en que la primavera es para la poesía, ¿será porque en esta estación estamos más predispuestos al amor, aquello de la primavera la sangre altera?, ¿qué pensáis?
Yo os traigo hoy unas reflexiones de autores que se han dedicado en cuerpo y alma a este género literario.
Rogelio Laborde Valverde, autor de Raíces, que podéis encontrar a la venta en nuestra web (https://edicionesazimut.com/producto/raices/) y del que ya os hablamos en otra entrada del Blog.
Para Rogelio la poesía es una forma de expresión que le ha fascinado desde que era joven. Ha encontrado en ella una manera de explorar sus pensamientos y emociones más profundas y, por suerte, de compartirlas con los demás. La poesía le permite explorar temas universales, como el amor (tan floreciente en primavera), la naturaleza, la vida y la muerte de una forma personal y única.
De su obra nos cuenta que es muy especial para él porque representa su conexión con la naturaleza y con sus raíces culturales. En ella trata de expresar la fuerza que encuentra justamente en esa naturaleza y en esas raíces propias. Además, profundiza en cómo estas cualidades pueden ayudarnos a encontrar nuestra propia fuerza interior y conectar con nuestras raíces.
Espera poder inspirar a otras personas a explorar su conexión con la naturaleza y la tierra, más allá de las complejidades de nuestro tiempo.
Hablamos también con Víctor Frías, autor de Los seres transparentes, del cual podéis ver la sinopsis en el siguiente enlace (https://edicionesazimut.com/producto/libro-los-seres-transparentes/).
Víctor nos cuenta que su camino hacia la poesía está completamente ligado a la música. Le interesan las letras, el mensaje y tiene como hobbies analizar aquellas que le parecían un poco crípticas. Esto le llevó a intentar componer sus propias canciones intentado que la calidad de las letras fuese la más alta posible. Es precisamente esa búsqueda de la calidad la que le llevó hasta la poesía.
Los seres transparentes es un retrato de aquellas personas a las que dejamos de lado, aquellas que sabemos que existen pero a las cuales no les prestamos atención. Es un viaje hacia nuestras propias cualidades y defectos, sobre todos hacia a aquellos que nos cuesta sacar a la luz.
Resalta una curiosa pregunta que le hicieron en una entrevista “¿por qué ‘transparente’?, ¿qué lo diferencia de ‘invisible’? a lo que respondió: “mientras lo invisible no se puede ver, lo transparente sí, pero hay que prestar atención”. Y no le falta razón.
Por último, Fernando Bonilla, autor de Un traje blanco, el cual estará a la venta más pronto que tarde, nos cuenta su experiencia con la poesía. Habla de cómo en su adolescencia un siseo a media noche se apoderaba de su cabeza, pero al que no le prestaba demasiada atención, pero esperaba a que todos se durmiesen para que la poesía llegara a él, sin pedir nada a cambio. Conforme se hizo adulto la pintura fue acallando su necesidad imperiosa de escribir, que lejos de abandonarla, le dio cabida a títulos como Soy de Marte, Atados por el subconsciente o La caída de las flores en el transcurso de la vida. Ahora, veinte años después vuelve a visitarlo, como el amor que perdura después de tantos años. Escribir es para Fernando “un acto de generosidad, de valentía, de dar el paso ante la incertidumbre, de desnudarnos para mostrarnos tal como somos, sin atuendos ni aditivos”. Redactado con sus propias palabras: “Escribo para que no mueran ni el niño ni el guerrero; para quedarme en la memoria de este hogar imaginario, cuyos cimientos se forjan de las vivencias. Para que tiemblen los pétalos de una flor en primavera, para que tiemblen como palabras que se deshojan… ante la eterna duda”.
Estrella Parrado